Política
Actualmente existe, en el mundo, un fifty-fifty de hombre y
mujeres. Siguiendo esta regla de tres, obtenemos que hay, aproximadamente, 3700
millones de mujeres sobre la faz de la tierra. Si nos pusiéramos reivindicativos,
esto significaría que la mitad de la representación política a nivel global
debería ser de género femenino, pero la realidad es que las cifras ni se
aproximan a tal porcentaje. En el último análisis de 2015, el porcentaje de
representación femenina en los parlamentos se había duplicado desde 1995, lo
cual significa que, aunque vamos por un camino favorable a la igualdad de
género, aún quedan muchos kilómetros por recorrer. En dicha fecha, tan sólo 11
mujeres eran jefas de Estado, y 10 jefas de Gobierno. La primera mujer en
ocupar el cargo de presidenta de Gobierno fue Sirimavo
Bandaranaike, dirigente del partido de la Libertad en Sri Lanka, en
1960; entró en el mundo de la política un año antes de esa fecha, cuando su
marido – el entonces primer ministro – falleció, y se mantuvo en la presidencia
dos legislaturas más. En otros países, la evolución de las mujeres en el
mundo de la política ha requerido mucha más paciencia. EEUU dio un gran paso
hacia la justicia democrática hace unos años con su primer presidente negro, y
próximamente podría volver a hacer historia si una de las mejores figuras de la
carrera hacia la presidencia, Hillary Clinton, ganara las elecciones –
convirtiéndose en la primera presidenta de los Estados Unidos de América. En el
caso de España, a día de hoy el presidente del Gobierno es un hombre, y también
ha sido siempre así. En cuanto a las presidencias autonómicas, la primera mujer
en ocupar tal cargo fue la socialista María Antonia Martínez García, en la
Región de Murcia. En el Gobierno actual, cuatro mujeres ocupan puestos de tal
categoría: Cristina Cifuentes (Comunidad de Madrid), Susana Díaz (Junta de
Andalucía), Francina Armengol (Islas Baleares) y Uxue Barkos (Comunidad Foral
de Navarra). Afortunadamente, grandes organizaciones a nivel global son
perfectamente conscientes de la desigualdad de género existente en la
representación política y democrática, y cada
vez más realizan campañas y acciones que incitan a la participación
ciudadana (de mujeres y hombres) en esta lucha esencial. La ONU, por su parte,
establece cuatro prácticas fundamentales para asegurar la victoria frente al
machismo político: asegurar
que las elecciones tanto locales como nacionales sean imparciales y de libre
acceso para las mujeres, apoyar a las organizaciones de la sociedad civil de
mujeres a fin de promover los intereses de la mujer, fomentar en las
instituciones públicas la rendición de cuentas en cuanto a la vigencia de los
derechos de la mujer y apoyar a las mujeres líderes políticos a fin de ampliar
su influencia.

Sirimavo Bandaranaike
Hillary Clinton
Cristina Cifuentes
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